Desde hace más de dos décadas, vengo desarrollando un trabajo multidisciplinar que alterna la fotografía, la pintura, la escultura y los procesos digitales. El cuestionamiento de los límites del medio pictórico, a través del juego con elementos escultóricos y la ruptura del marco tradicional de la pintura, es una constante en el trabajo. Y es a partir de los primeros años del nuevo siglo cuando se pueden observar toda una serie de nuevas metodologías y procesos creativos que dan lugar a pinturas a veces sinuosas y sinestésicas, otras geométricas y a la vez orgánicas. En su origen está la articulación de la línea y el plano jugando con los conceptos de la deconstrucción, la simbiosis, la referencia a los procesos biológicos más elementales, la superposición de los campos de color o el plegado de la superficie pictórica.